Hay que imaginarse que cada uno de nosotros debe ser un latido.
Hay que imaginarse imprecindible, necesitado, recordado, soñado,
hay que mimarse el alma y acariciarse todo el día para no caer.
Pensar: Hoy es mi día y tal vez..., quizás, pase algo, hoy, hoy, hoy.......
Después del golpe viene el golpe, el desequilibrio, el no poder controlar ni siquiera las torpes manos. Después viene la noche que nos envuelve en un sueño o en un delirio putrefacto.
A la otra mañana sabemos que tenemos que abrir los ojos en algún momento, sabemos que nos espera esa luz del sol tan clara y tan lacerante. Y, mientras nos lavamos los vivientes dientes y nos vemos en ese nebuloso espejo hay que empezar a amarse, a meter la mano, los dedos dentro de la boca, dentro de algún lado y acariciar. Recorrer lugares húmedos y tibios , visitando recovecos por laberintos de carne humeante.
Entonces la energía brota como un retoño.
sábado, 3 de febrero de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
8 comentarios:
La imaginaciòn es vital, imprescindible como motivante,energizante,sin ella....ni me lo puedo imaginar.Un abrazo
"Si puedes imaginar algo puedes comprenderlo y para comprender algo solo tienes que imaginarlo."
Un abrazo
Como sea, pero amarse a uno mismo. Es la clave para que además el resto de la humanidad te quiera.
.. mimarse y acariciarse.. no maltratarnos, ni ignorarnos.. quererse uno.. cuidarse.. porque tenemos necesidad de ser queridos, en primer lugar por nosotros mismos..
Reencontrarse, reedescubrrise para quererse no más, sino mejor. A solas con la noche...
Precioso.
Un abrazo
Olá.
estive por aqui, mas vou já partir.
E de PORTUGAL deixo-te uma saudação.
Fica bem.
Manuel
Sin palabras.
de propósito, gracias por tu visita.
Publicar un comentario