domingo, 28 de enero de 2007

Rancho

Una vez tuve un rancho, de paja y quincho, con palafitos, a la orilla del mar, en Aguas Dulces de Rocha, en Uruguay. Cuando la marea subía, el mar estaba debajo de mí, las olas golpeaban suavemente y me acunaba en el eterno arrullo de un abrazo infinito. Fui feliz allí.

4 comentarios:

fiorella dijo...

Seguimos con moderaciòn de comentarios?Bue....
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Ay, el rancho, y los boleros y todo aquello, se me hace un nudo.Un abrazo que quisiera fuera fuerte,pero estoy dèbil.

BETTINA dijo...

Mis padres solían ir a menudo allí y hablan maravillas del lugar. Yo no lo conozco. Te deseo que te inventes donde estés ese rancho con quincho para que seas nuevamente muy feliz, aunque ya no tengas al rancho físico...

Muxica dijo...

ummmm Yo tengo algo parecido.
Abrazo

Laura Otermin dijo...

algo parecido, muxica??? quiero saber